REFLEXIONES

EL COMIENZO DE MI LABOR COMO DOCENTE

Provengo de una familia en donde la mayoría son maestros y por lógica como muchos de ustedes eso llego a influenciar un poco en mi decisión a la hora de estudiar profesionalmente.

Cuando era pequeño mi madre me llevaba a veces a su trabajo y a quien no le toco esa parte siendo uno hijo de maestro. En esas ocasiones me sorprendía la forma en que mi mamá daba las clases era como una super maestra para mi, pero lo que más me llamaba la atención era lo mucho que querían y estimaban a mi madre los alumnos; incluso llegue a escuchar a uno de los directores decir que era la mejor maestra de Español de esa escuela. Siento que todos estos momentos que pase, me sirvieron para dedicarme a tan noble profesión.

Cuando entre a la normal pues conoces gente nueva, nuevos amigos todo iba muy bien hasta que se llegó el momento de la prácticas; en un principio todo normal pues solo estábamos de observadores, lo bueno llegó al momento de dar clases, ahí supe lo que es realmente ser un docente, más que era a nivel secundaría; los nervios los tenía de punta no podía con ellos y transpiraba por lo mismo que parecía que estaba en un sauna, quería salir corriendo, sin embargo respire hondo y profundo y dije - ya estoy aquí, así que a seguirle- con todo y nervios entre y di mi primera clase, fue a unos alumnos de segundo; así estuve los tres primeros días, ya después los nervios desaparecieron.

El momento clave que me dijo que no me había equivocado de profesión fue cuando estaba de practicante y se me acercaron algunos alumnos y me dijeron que era un excelente maestro, que les gustaba mucho mi forma de enseñar y sacarlos de dudas y sobre todo que no era enojón.

Fueron muchas experiencias agradables las que tuve durante mi etapa de practicante y me enorgullezco de ser profesor